A quién hacer un tratamiento a distancia?

La literatura Reiki abunda en advertencias sobre los posibles karmas negativos de ofrecer tratamientos a personas que no lo han solicitado. Esto es tan absurdo como no ayudar a alguien que ha tenido un accidente en la calle, sólo porque no puede hablar o está inconsciente.

El Reiki es sólo amor y luz, pura consciencia, y no tiene contraindicaciones porque se situa en un plano que trasciende lo fenoménico. El Reiki apela a la Consciencia original de cada ser pues es puro espíritu. Y es volviendo a nuestra naturaleza espiritual que seremos sanados, que encontraremos el camino a la plenitud, la integridad, lo divino en la manifestación. Nadie que reciba Reiki puede ser perjudicado.

Quien dé Reiki está ayudando y ayudándose, pues él o ella misma es la primera receptora de su elevada consciencia/energía, es ella misma en primer lugar la que se está abriendo al Campo Total de realización del cosmos. Reiki es Inteligencia Universal; no puede equivocarse. Su única naturaleza es armonizar, ordenar, purificar, devolver a la perfección cualquier condición sobre la que se llama su Presencia.

Cuando alguien no pide el Reiki, este le beneficia de todas formas ingresando en su aura, en el plano causal superior, a la espera de que la voluntad de ese ser tenga la más pequeña intención de atraer lo positivo sobre su cuerpomente. Cuando alguien pide conscientemente ayuda y esa es el Reiki, se está abriendo a un manantial de transformaciones sobre todos los sistemas y estructuras de su ser que descienden desde el plano abstracto de la consciencia espiritual.

La Gracia existe igual que existe el mérito, aunque es un misterio la relación que hay entre ambas. La Gracia de hoy puede ser el mérito de ayer. En todo caso, el Reiki es inteligente y cuando alguien tiene la bondad de llamarlo sobre otro ser humano, es como llamar la Presencia de Dios, la ayuda angélica, y ella va a hacer lo que mejor corresponda. Si es tiempo de curar, curará. Si el karma de esa persona sólo alcanza para que esa ayuda se mantenga como un valor a la espera alrededor de su campo sutil de información/energía, pues ese beneficio se manifestará mas tarde... Incluso el hecho de ser ayudado tiene que ser reconocido como el karma del individuo; nadie recibe algo fuera de sus derechos, ni es privado de nada que no ha perdido primero en su alma.

El Reiki ha llegado ahora a la humanidad en gran escala, indicando quizás que es tiempo de ayudarnos unos a otros y a nosotros mismos en profusión, con generosa abundancia. Porque es el momento de elevarnos colectivamente a la conciencia iluminada y que la Tierra, GAIA, vuelva a brillar azul, blanca y dorada en el cielo. Por tanto, los yoguis gaianos, los Reikistas de corazón, no están sujetos a la rigidez de pensamiento que limita su uso espiritual, sano y completador.

No sólo se trata de poder dar Reiki a quien no sabe que existe, sino de hacerlo lo mas posible y llevar la luz a los Elementos de la Naturaleza, a los gobernantes, a todos los seres humanos.

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